“[Cisneros] Tuuo
como otro Elías imperios en el Cielo, pues quando estaua de bronze para
beneficiar la tierra, abrió sus influencias la llaue de su oracion, llouiendo
tanto en Villaumbrales, donde se hazia vna Procesion por agua, siendo abundantissima
la cosecha no solo en aquel lugar si no en toda España”
Fragmento del libro Discursos complutenses, editado en 1654
Hay que tener presente que el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros murió en 1517 y que el discurso antes citado es del año 1627.
Pero hay más. En el libro Archetypo de virtudes, espexo de prelados. El venerable siervo de Dios, F. Francisco Ximenez de Cisneros, editado en 1653 por el Principal Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares, también se explica el milagro de la lluvia obrado en Villaumbrales por Fray Francisco Ximénez de Cisneros.
Según este libro, el día 1 de abril de 1506, iba Fray Francisco de Valladolid a Santiago a recibir a los hijos del rey Fernando y "al pasar por la Villa de Villaumbrales le favoreció Nuestro Señor con aquel milagro de la lluvia tan a manos llenas que por su intercesión le dio, con que fue el año más abundante que ha tenido España en la sequía mayor que había padecido"
Hacia finales del siglo XVII se abrió un proceso de beatificación del cardenal. En el llibro donde se recopilan todos los testimonios recogidos sobre la vida de Cisneros, el milagro de Villaumbrales varias páginas. Además, según Rafael Rodríguez-Moñino (El cardenal Cisneros y la España del siglo XVII, pp. 56 y 64), hay constancia de que el padre Quintanilla, instructor del proceso, se trasladó a Villaumbrales el 21 de octubre de 1656 para recoger los testimonios de los vecinos de esta población terracampina.
Reproducimos algunas de las referencias a Villaumbrales que aparecen en el libro que recoge el sumario sobre la beatificación del cardenal Cisneros, editado en 1684 en Roma por la Imprenta de la Reverenda Cámara Apostólica.
Según el mencionado libro, el milagro de la lluvia ocurrió en Villaumbrales, Tierra de Campos, diócesis de Palencia, el 1 de mayo de 1506. Se recogen diversos relatos del milagro y de la memoria que un siglo y medio después se conserbaba de él en Villaumbrales.
Relato 1. A causa de la falta de agua, ese año había una gran carestía de grano, de tal manera que si su precio ordinario era de cincuenta maravedises paso a valer cerca de cuatrocientos. El día 1 de mayo, estaba Cisneros en Villaumbrales y, viendo la aflicción de toda la gente, que estaba reunida en uan ermita de la Virgen en las afueras, les consoló diciendo la misa y predicando que se reconciliaran con Dios y prometieran de enmendarse de sus vicios, y poniendo por intercesora a la Virgen en cuya ernmita se hacía la plegaria, tendrían el socorro del agua. Antes de terminar la misa, estando el tiempo sereno y claro, llovió en tanta abundancia, no sólo en Villaumbrales sinó en toda la Tierra de Campos, que se fecundó la tierra, y los que estaban en la ermita no pudieron volver a pie a sus casas, y tuvieron que hacerlo a caballo o en carros. El día 1 de mayo [recordemos que estamos hablando del 1656, cuando el padre Quintanilla fue a Villaumbrales, 150 años después del milagro], se continúa haciendo una procesión a la ermita para renovar la memoria del beneficio recibido por intercesión del cardenal, y esto es público y notorio en toda esta Tierra y como tal lo sé desde que habito en ella, que son más o menos trece años.
Relato 2. Estando Cisneros en Valladolid, se propagó un gran incendio en muchas casas. El cardenal se acercó y con una sola bendición el fuego cesó. Estando en Villaumbrales, lugar de Castilla la Vieja cercano a Cisneros, sucedió que se hacía una oración y una procesión a una ermita de la Virgen pidiendo agua porque su falta había sumido en una aflicción universal toda aquella tierra. Cisneros se sumó a la procesión siendo ya arzobispo. Hizo al pueblo un sermón invitando a la enmienda de sus vidas y a la confianza en Dios. El día era muy sereno y sin signos de lluvia, pero instantáneamente vino llovió tan copiosamente que feu necesario mandar a la gente por sus cosa a la ermita y quedó fértil toda aquella tierra con el agua que fue universal. este milagro se atribuye al mérito y la intercesión de Cisneros.
Relato 3. Tengo noticia a través de personas dignas de fe, que hallándose presente Cisneros en vida, en dicha villa de Villaumbrales, Tierra de Campos en Castilla la Vieja, obró un milagro de una gran lluvia repentina con la cual se fecundaron en tiempo de gran sequía e infertidlidad todos los campos. En Villaumbrales, todos los años se hace una procesión en acción de gracias renovando la memoria de haber dado Dios Nuestro Señor aquel beneficio por intercesión de Cisneros.
Relato 4. En el viaje que hizo Cisneros desde Valladolid en el mes de mayo de 1506 para recibir al rey Felipe I, pasó por un lugar que llaman Villaumbrales, en Tierra de Campos, que es propiedad de la Santa Iglesia de Toledo y lo llaman la Lámpara de la Nuestra Señora [en otra entrada de este blog hablaremos del significado de la Lámpara de Nuestra Señora]. Los habitantes de Villaumbrales estaban afligidos porque no había llovido en todo el año y se secaron los granos. Cisneros procuró consolarles y se quedó hasta el día siguiente, que era domingo, para animarles. Los reunió en la iglesia, dijo la misa y andó con ellos en procesión hasta una ermita. Apenas entraron en ella, estando el cielo sereno, comenzó a llover, no sólo allí sino en todo el reino (que padecía la misma necesidad), y la cosecha fue copiosísima. El hecho se atribuyó a los méritos y la intercesión de Cisneros. (Álvaro González, libro 3, folio 58; Fray Pedro González de Mendoza en la historia del convento de la Salceda en la vida del santo cardenal y la tradición continuada y constante que pasa de padres a hijos que dura en este lugar.)
Relato 5. Pasando Cisneros por Villaumbrales, lugar de Castilla la Vieja, tuvo compasión de la necesidad de los campos, que se estaban secando por falta de agua, y de los pueblos, que estaban muy afligidos temiendo la carestía de los frutos que les amenazaba. Persuadió a los habitantes del lugar que hicieran una devota oración, y andaron en procesión conél hasta la ermita de Nuestar Señora que está en los límites del lugar. Tan pronto com llegaron a la ermita, estando el tiempo sereno, se cubrió el cielo de nubes y fue tanta el agua que llovió que se fecundaron los campos y el año fue muy abundante y copioso de cada cosa. El agua fue tanta que para volver al pueblo fue necesario ir a buscar las cabalgaduras y los carros. Y en el presente dura en aquella tierra la memoria de este milagro y todos lo atribuyen a Cisneros y su intercesión.
Relato 6. Yendo don Francisco Jiménez de Cisneros en el año 1506 a recibir al rey Felipe y procurar su concordia con el rey Fernando, su suegro, entrando el mes de mayo, llegó a Villaumbrales, Tierra de Campos, cuyos habitantes estaban con gran aflicción por una gran sequía sin esperanza de lluvia ni de frutos. Cisneros los congregó un domingo, los consoló con buenas esperanzas y ordenó que se dijera una misa y que andaran en procesión hasta una ermita algo distante. Cisneros andó con ellos y les aseguró que Dios mandaría una lluvia general que remediaría a todo el reino. Llegaron a la ermita y, estando el cielo sereno y claro, comenzó a llover de repente, de manera que volvieron a sus casas con mucha dificultad. Fue el año abundantísimo en todo el reino ...
Siguen más relatos en términos parecidos.
En resumen: hubo un tiempo en que el hecho acaecido en Villaumbrales el 1 de mayo de 1506 era tenido por un milagro y recordado por los habitantes de la villa terracampina con una procesión a la ermita en que ocurrió.
Han pasado quinientos nueve años y parece que nadie recuerda ni el milagro ni la existencia de la ermita dedicada a la Virgen [de este tema también hablaremos en otra entrada de este blog].